viernes, 10 de julio de 2009

Reyes sin Corona (Capítulo I)

Reyes sin corona es un serial en el que se recordarán equipos históricos que quedarán en los anales de la memoria, pero no en la de los trofeos. Grandes fracasos con el viento a favor, equipazos a los que se les escapó la victoria en el último momento o derrotas que son victorias morales son algunos de los ejemplos del serial.
Hoy: La Hungría del 54.
m m
m
La mayor sorpresa de la historia

Con este título cualquiera podría pensar en el Maracanazo. La llamada mayor sorpresa de la historia en la que una respondona Uruguay sumía en la mayor de las decepciones a la hinchada brasileña ganando un título contra todo pronóstico en un Maracaná abarrotado por casi 200.000 brasileños con camisetas conmemorativas de una victoria que nunca llegó. Sin embargo, para muchos la mayor sorpresa de la historia ocurrió cuatro años después.m

El mundial de Suiza, en el 54, tenía un favorito claro. Hungría llevaba 4 años sin perder partido alguno, sus jugadores jugaban de memoria y la alineación se sabía de carrerilla (Grosics–Buzánszky, Lóránt, Lantos – Bozsik, Zakariás – Budai II, Kocsis, Hidegkuti, Puskás, Czibor). Hungría fue el primer conjunto en poner en práctica con éxito el 4-2-4 en el que los centrocampistas dejaban de ser meros acompañantes para sumarse al potencial ofensivo del equipo. Bajo el ideal comunista, la gran parte de los jugadores de la selección magiar jugaban en el mismo equipo, el Honved, equipo del ejército por cierto, y además de fútbol practicaban más deportes, como la gimnasia, para mejorar sus condiciones atléticas.m

Tan sólo 1 año antes, Hungría había asombrado al mundo con una histórica victoria en Wembley. Los ingleses, heridos en su orgullo tras el ridículo en el mundial de Brasil en el 50, plantearon el partido contra Hungría como su manera de regresar a la élite del fútbol mundial, de demostrar que los creadores de este juego eran aún los dominadores absolutos. Los periódicos ingleses no dudaron en titular el partido como “The match of the Century”, el primero y original aunque, año tras año, nos encontremos otros “partidos del siglo” en cada una de las competiciones europeas. Inglaterra tenía una selección fuerte, pero Hungría jugaba a otra cosa. Wembley primero enmudeció y luego no tuvo otra opción que ovacionar a los magiares ante tal exhibición futbolística. Hungría venció en Wembley 2-.6. Puskas hizo 2 goles.m

Al año siguiente se organizó la revancha en Hungría. Los magiares volvieron a ganar, esta vez por 7-1. Puskas no falto a su doble cita con el gol. Con estas credenciales se presentó Hungría en Suiza. Por si quedaba alguna duda en la fase previa vapuleó a Corea del Sur por 9-0 y a la República Federal de Alemania por 8-3. En cuartos se deshizo de los brasileños por 4-2 en la llamada “batalla de Berna”, por la dureza empleada por ambos equipos. En semis llegaba la invicta Uruguay, campeona de las 2 ediciones en las que había participado. Otro 4-2 y Hungría a la final donde esperaba Alemania. Sí, la misma que había caído en primera ronda por 8-3.
m
La única nube en el firmamento húngaro era la lesión de su estrella, Puskas, que arrastraba molestias desde el primer partido. Pero Puskas pudo finalmente salir al césped de Berna y contribuyó activamente con un gol a que en el minuto 9’ Hungría se pusiera 2-0. Los espectadores se prepararon para otra goleada, pero enfrente estaba Alemania. Los germanos empezaban a ver la luz después del régimen nazi y veían en el fútbol la oportunidad de recuperar el prestigio internacional.
m
Alemania dio la vuelta al partido y dejó a los húngaros sin un entorchado que por fútbol merecían. Rahn firmó el gol de la victoria, un tanto cantado como símbolo de la resurrección nacional. Alemania consiguió así su primer título mundial. La generación de los Puskas, Kocsic o Czibor se quedó sin el título de campeón pero mostró al mundo un fútbol exquisito que parecía más sudamericano que europeo. A las orillas del Danubio aún se celebra el mayor éxito como si de un campeonato se tratase. Porque, como explica el inglés Gary Lineker, “el fútbol es un juego sencillo en el que 22 jugadores disputan un balón y al final siempre gana Alemania”.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Q grande el serial, la Holanda de Cruff saerá el siguinte no???

Tuto

Anónimo dijo...

Haz uno del Oviedo de la UUFA!!!

Anónimo dijo...

El Celta de Víctor Fernández merece un puesto de honor en este ranking.Lucho.

DaniHidalgo dijo...

Me ha gustado mucho y te propongo que cuentes el caso de: Michael Ballack.

NachoAzparren dijo...

Buff! muxas peticiones. Lo de Ballack da pa un libro entero, q dsgracao maxo